Lo difícil pasa a juego de niños
María Jesús Campos Galisteo
Dispositivo de la exposición Genealogías del arte en MPM/Foto: Carmen G-R
Paseo por el arte desde el siglo XVII al XX en el cual lo visual toma el protagonismo y nos hace fácil un estudio tan complejo que nos llevaría meses asimilar.
Siempre he pensado que la mejor forma de aprender algo es viviéndolo. Quizás por eso tantas veces hemos escuchado que hay que vivir el arte para entenderlo. Quizás por esto al público no suele gustarle el Cubismo y la Abstracción, porque no les mostramos como vivirlo.
Esta exposición se desarrolla alrededor del célebre diagrama de Alfred H. Barr, Jr. sobre Cubismo y Arte Abstracto utilizando como herramientas los esquemas y árboles genealógicos, los recursos más utilizados desde el principio de la historia de la enseñanza. Desde los centenarios diagramas presentes en libros de arte, ciencia o filosofía, hasta los hilos en Twitter, la relación de ideas concretas acompañadas de imágenes o símbolos es una de las formas más genuinas de transmitir información.
Toda la problemática para entender una obra moderna nace del distanciamiento que siente el espectador entre la pieza que observa y su vida mundana. El contexto del siglo XX debe ser visualizado como un mecanismo de engranajes que cambia rápido. El mismo Paul Klee lo resume en 1915 con esta anotación: “cuanto más horrible el mundo, más abstracto se vuelve el arte”. De este modo, se comenzó a representar elementos del día a día, pero de modos no tan habituales. Nace el fauvismo y aquí arranca una ola de movimientos imparables.
Cubismo, Suprematismo, Neoplasticismo, Constructivismo, Dadaísmo, Expresionismo abstracto, etcétera. Todos se nos muestran en un súmmum esquemático de sus pensamientos. Un ejemplo de esto es la pequeña reproducción de la escultura de la Victoria de Samotracia, que nos conduce directamente a uno de los dogmas del Futurismo, el cual dice así: “Un automóvil de carreras… es más hermoso que la Victoria de Samotracia”.
Si en algún momento hubiera que hacer una explicación visual intensiva como la presente, debería ser del siglo XX en adelante. La exposición se nos presenta como método de aprendizaje y no simplemente como una exhibición de obras y sus respectivos autores. Es la definición, a lo largo de un recorrido por la sala, de una idea compleja a través de una simbología clara.
Observamos cronológicamente como el siglo germen de todo el arte contemporáneo se desarrolló. Un motivo principal fue la comunicación fluida entre viajes y exposiciones internacionales que causaron inspiración en todos estos artistas en evolución constante. A esto debemos añadir la sencillez formal que existía detrás de la fundación de cada nuevo movimiento, simplificado en la creación de un manifiesto repleto de una gran dosis de ideas y creencias insurgentes.
Hay algo que hace característico el plano artístico de las vanguardias y es la violencia con la que estas son expuestas y la terrible competencia que se respiraba entre todas. Cada una de ellas defendía como su forma de ver el arte y entender la vida era la más correcta, sin asumir como su realidad dependía del nacimiento de las anteriores. Aterrizamos entonces en un tumultuoso momento donde el caos nos abruma y no nos deja abrirnos a la compresión de este.
Sin embargo, los diagramas forman perfectos entramados de nombres, imágenes y fechas que nos ayudan a sumergirnos en este laberinto de flechas por el cual caminar y comprender este convulso momento en la historia del arte.
El caos de la ciudad y el movimiento que a esta le da vida provocaban sentimientos en el artista de este tiempo que no podían ser representados como se había hecho hasta ahora. Afloró la necesidad de romper con todo, principalmente con las normas sobre qué era o no arte y, sobre todo, cómo hacerlo. Se busca la realidad en otros ámbitos, en lo extrasensorial, en la filosofía, en la música.
Una selección de obras con carácter tan único como este, no podían exponerse a la vieja usanza. El Museo Picasso y la Fundación Juan March dan en el clavo y nos hacen disfrutar de un trayecto fácil de asimilar por las entrañas de la gran revolución plástica que supuso el cubismo y la abstracción.
La exposición: “Genealogías del arte, o la Historia del Arte como Arte Visual”, alrededor de 250 autores y artistas.
Comisario: Manuel Fontán del Junco, José Lebrero Stals y María Zozaya Álvarez.
Lugar: Museo Picasso Málaga.
Fecha: Hasta el 31 de mayo de 2020.
Horario: Todos los días, de 10.00 a 20.00 horas.