Bailando sobre la tijera de Átropos
Lucía Camacho Florido
´More Sweetly Play the Dance´ en el Museo Picasso Málaga. / Foto Lucía Camacho
El Museo Picasso Málaga acoge una obra invitada que nos propone una reflexión sobre un gran abanico de cuestiones tales como las distintas realidades sociales o una nueva mirada sobre la dualidad de la vida y la muerte como destino inevitable.
La pieza creada por William Kentridge, que forma parte de la Colección de la Fundació Sorigué, es una instalación videográfica de casi cuarenta metros de longitud que envuelve al espectador en una especie de danza macabra moderna, una procesión de personas en movimiento que deja espacio para reflexionar sobre la fugacidad de la vida, lo efímero, la migración o la enfermedad. Realizada en 2015, fue inspirada por la situación del Apartheid en Sudáfrica, territorio del que es proveniente el artista, cuyas obras parten, mediante el dibujo, la performance, música y otros medios artísticos, de contextos políticos, científicos o históricos.
Las danzas macabras, representaciones alegóricas muy frecuentes en la Edad Media, expresaban la condición de igualdad de la humanidad ante la muerte. Contemplar la vídeo instalación de Kentridge ´More Sweetly Play the Dance´ evoca, en cierto modo, aquellas danzas, y suscita la idea de un escudo moderno contra nuestro final.
La muerte es una sombra que nos acecha desde el momento en el que damos el primer respiro. Es justa y muy lista pues sabe que, antes o después, va a cobrar su cometido. Por ello, nos deja una vida de ventaja, que podríamos considerar tregua, como si nos diese unos segundos para salir corriendo tras nosotros cuando suena el pistoletazo de salida en la carrera. No entiende de clases sociales, edades, ni razas, siendo un elemento unificador al que estamos todos sujetos. Del paso de la vida a la muerte nos separa un hilo muy fino, ese que sostiene Átropos y desea cortar a su antojo. Mirar de frente a la muerte no tiene que ser fácil. La incertidumbre de no saber cómo será nuestro destino final nos causa miedo, rechazo. ¿Será que nos fundimos en un gran sueño o será un concepto más místico, como el paso del mundo material al plano espiritual? Debido a ello, en el transcurso de la historia, la sociedad (fundamentalmente occidental) ha intentado normalizar y dar sentido a nuestro destino, con lemas como `Memento Mori´ (recuerda que morirás), `Carpe Diem´ (vive el momento), `Tempus fugit´ (el tiempo vuela), o representaciones como las vanitas.
El ritual visual que conforma la pieza de Kentridge nos muestra distintos personajes, algunos con el traje de protección típico de la peste negra, otros cargando sus pertenencias haciendo referencia a la migración. La mayoría de ellos se encuentran en procesión tras la “banda” que lleva instrumentos de percusión o de viento y que generan un contundente eco. Algunos de estos instrumentos o elementos que integran el desfile, como carretas o figuras humanas, se encuentran dibujados en carboncillo, convirtiendo las pantallas en un cuadernillo mediante el que transcurre el desfile. Tal disposición hace de la experiencia mucho más enriquecedora visualmente, incluso hipnotizante.
Como expresa Kentridge a través del título, la pieza representa una forma más suave, más dulce de vivir la vida. Expresa al mismo tiempo una paradoja y una invitación, a pesar de que la muerte nos recuerde siempre que sigue ahí, esperando a que nuestros ojos se cierren en un sueño eterno.
La exposición: “More Sweetly Play the Dance”
Lugar: Museo Picasso Málaga
Fecha: Hasta el 27 de abril de 2025
Horario: Abierto todos los días de 10:00 a 19:00