Festus, festa, festum
Estrella del Carmen Reyes Ruiz
‘Una mesa para los borrachos’ Marcos Barrientos en Casa Sostoa./ Foto Estrella Reyes
¿Alguna vez os habéis preguntado por qué es tan importante la fiesta? Esta misma cuestión se plantearon Ana Pavón Porras, Fran Carmona, Daniel Garcerán, Marcos Barrientos y Mar Martín antes de la realización de su exposición conjunta en Casa Sostoa.
La fiesta, actualmente, es un evento social destinado al ocio. Como piensan los artistas, es la suspensión temporal de la cotidianidad en virtud del disfrute. En la cultura que nos rodea, las fiestas tienen una tradición, que ratificándose en lo sagrado se traslada a lo mundano. Esta exposición muestra la evolución de la fiesta a través de la memoria y del bagaje de la Historia del Arte. El recuerdo de la fiesta es recreado por relatos de amigos, así como la exposición en conjunto se ha realizado por la amistad de los artistas.
Comenzando por Ana, podemos ver cómo su obra se sitúa en la antigua Grecia. Hace referencia a las fiestas íntimas organizadas por mujeres en los gineceos. Ana ha sabido recalcar esa intimidad representando la idea de lo oculto en unas telas que se pliegan y recogen y en la inscripción en griego antiguo. En contraposición de lo escondido, se sitúa la obra de Fran. El elemento esencial es el reflejo momentáneo del espejo, capaz de parar el tiempo. De forma extraordinaria sumerge al espectador en una ficción, que lleva a la abstracción. Si miras desde un estado de reflexión y quietud, no puedes adentrarte en la diversión de la pintura. Sin embargo, si te miras al espejo en mitad de una fiesta, el caos se para momentáneamente. Se crea un efecto espejo entre la persona retratada que se refleja en un espejo y el espectador impasible ante la fiesta del lienzo. Ambos están desorientados, pero se encuentran en un instante. Daniel, en una de sus obras relaciona la amistad con una baldosa. Al igual que las calles están limpias o sucias, en la amistad habrá momentos relucientes y habrá otros de decadencia, que nos ensuciarán el corazón. Mar aborda la fiesta desde otra perspectiva. Su obra tiene un lenguaje separado del resto, porque crea a partir de fotografías de sus hermanos en fiestas. Mediante la transmisión fotográfica sobre cerámica, trabaja con el recuerdo. La labor con cerámica de estilo reminiscente andalusí pretendía reforzar su idea, porque los azulejos están en la memoria común de Andalucía. La exposición se cerraría con Marcos. Nos muestra el silencio después de la fiesta. Jugando con ideas del Barroco, como la naturaleza muerta o el claroscuro, en sus obras vemos en primer plano e iluminada una mesa con elementos que remiten a una fiesta terminada. La idea se refuerza con la representación de fragmentos de cuadros famosos, como ‘La bacanal de los andrios’ de Tiziano, en un segundo plano oscurecido.
El comisariado de Pedro Alarcón ha sabido aprovechar el espacio disponible de la exposición, para la aparente colocación desordenada de las obras, como si se sucediesen de manera discontinua en una fiesta cualquiera. Lo cual, puede crear confusión y pérdida del sentido, ya que las obras omiten el título.
El tema de la exposición es tan fresco como las pirámides, porque aun siendo la fiesta celebrada durante siglos por diferentes motivos, actualmente seguimos realizándolas. Este grupo de artistas ha sabido traer un tema actual, pero tradicional, de la mano de unas narrativas contemporáneas que nos implica en la obra. Y es que, ¿cómo no vamos a sentirnos identificados con la fiesta, si nuestra cultura está repleta de ella?
La exposición: “festus, festa, festum”
Comisario: Pedro Alarcón
Lugar: Casa Sostoa
Fecha: Hasta el 25 de febrero de 2024
Horario: previa cita con Casa Sostoa