Zurbarán. Santas. Esplendor de un taller en la España del XVII

Juan Corbacho Sánchez

Zurbarán. Santas. Esplendor de un taller en la España del XVII

Vista parcial de “Zurbarán. Santas”, Museo Carmen Thyssen Málaga / Foto: Juan Corbacho

Una colaboración entre el Museo de Bellas Artes de Sevilla y el Museo Nacional Thyssen–Bornemisza ha posibilitado esta exposición en la Sala Noble del Museo Carmen Thyssen Málaga. A través de una sucinta selección de obras podremos sumergirnos en una de las propuestas de creación artística de temática sacra existentes en España durante el siglo XVII.

El Palacio de Villalón, sede del Museo Carmen Thyssen Málaga, acoge una compilación de lienzos representando santas del pintor Francisco de Zurbarán, y su taller. Hablar de Zurbarán es adentrarse en el mundo de uno de los grandes exponentes del tenebrismo español, un estilo que se caracteriza por el uso dramático de la luz y la sombra. Las obras de Zurbarán destacan por su naturalismo excepcional, donde cada detalle es meticulosamente cuidado, lo que permite al espectador apreciar la profundidad emocional y espiritual de sus personajes. Junto a otros maestros como Velázquez, Ribera y Cano, Zurbarán formó parte de una generación de artistas excepcionales que dejaron una huella imborrable en la historia del arte español.

La exposición tiene como objetivo recoger una de las producciones más célebres de Francisco de Zurbarán: las figuras individuales de temática religiosa que son representativas del tenebrismo de comienzos del siglo XVII. Este estilo, caracterizado por el uso dramático de la luz y la sombra, permite que las figuras cobren vida en un contexto espiritual y emocional profundo. Las obras seleccionadas para esta exposición pertenecen a un período de tiempo muy concreto, que abarca desde 1635 hasta 1650, y que se puede considerar como la madurez artística de Zurbarán. Durante estos años, el pintor alcanzó un dominio técnico y una profundidad emocional que se reflejan en cada una de sus creaciones, consolidando su lugar en la historia del arte. Esta etapa no solo destaca su habilidad para capturar la esencia de sus personajes, sino que también revela su capacidad para transmitir la espiritualidad y la devoción a través de su arte, lo que hace que esta exposición sea una oportunidad invaluable para apreciar la grandeza de su obra.

La producción artística de la España barroca buscaba conmover al espectador mediante el dramatismo y el realismo de las piezas, creando una conexión emocional profunda con el público. Aunque Francisco de Zurbarán fue un destacado exponente de esta poética, sus representaciones se caracterizan por una religiosidad más amable y serena, que invita a la contemplación y la reflexión. La selección de obras que se presenta en esta exposición nos habla de imágenes devocionales que no solo pretendían representar un canon de religiosidad, sino que también ofrecían un ideal de virtud y piedad. Estas santas, con su dignidad y gracia, se convierten en modelos a seguir para alcanzar la eternidad, inspirando a los fieles a emular sus virtudes y a profundizar en su propia espiritualidad. Así, la obra de Zurbarán no solo refleja la estética de su tiempo, sino que también transmite un mensaje de esperanza y devoción que resuena a lo largo de los siglos.

Todas las obras comparten un modelo de figuras femeninas sobre fondo oscuro con el rostro iluminado. En ocasiones, las figuras se muestran absortas en sus tareas, mientras que en otras miran directamente al espectador, estableciendo una conexión dramática. El lienzo más antiguo, Santa Casilda (1635), perteneciente al Museo Nacional Thyssen–Bornemisza, ya presenta este patrón: una figura femenina sobre fondo oscuro, con el rostro iluminado que destaca una mirada de reojo, cargada de dramatismo, similar a la de Santa Marina y Santa Matilde. La escenografía barroca juega un papel crucial intensificando el dramatismo y la emotividad de las escenas. Las miradas directas o de reojo de las santas, junto con su gestualidad, buscan generar una respuesta emocional en el espectador, invitándolo a participar en la escena.

La exposición actual, aunque valiosa, se percibe limitada por la escasez de obras exhibidas. Esta restricción impide una inmersión completa en el rico contexto artístico de Zurbarán y su influencia, dejando al visitante con una sensación de incompletitud. Una selección más extensa habría permitido explorar con mayor profundidad la evolución de su obra y su legado, brindando al público una oportunidad única para apreciar la magnitud de su contribución al arte barroco español.

Es importante señalar que no todas las obras expuestas son originales del artista principal, sino que algunas fueron creadas en su taller. En el caso de Zurbarán, su taller fue particularmente prolífico, produciendo numerosas obras que se le atribuyen. Sin embargo, no todas estas obras son completamente de su mano, algunas fueron creadas por sus aprendices o en colaboración con ellos. Esta distinción puede pasar desapercibida para los visitantes no familiarizados con el tema, lo que puede afectar la interpretación de las obras, ya que los expertos suelen poder diferenciar entre las obras originales de Zurbarán y las de su taller, sobre todo en el trabajo de las telas.

La exposición adquiere un carácter excepcional al ubicarse en el salón noble del palacio, bajo su armadura mudéjar y con las paredes revestidas en un tono almagre. La iluminación cuidadosamente seleccionada realza aún más la atmósfera de la exposición. Transcurridos más de trescientos cincuenta años desde la creación de estas obras, esta muestra representa una buena oportunidad para explorar la obra de Zurbarán y sumergirse en la pintura barroca española.

La exposición: “Zurbarán. Santas”.

Comisariado: Pablo González Tornel.

Lugar: Museo Carmen Thyssen Málaga.

Fecha: del 2 de febrero al 20 de abril de 2025.

Horario: de 10:00 a 20:00 de martes a domingo.

Dirección del museo: Lourdes Moreno Molina.