‘Western Stories’: el estilo de la atemporalidad localizada

‘Western Stories’, como su nombre indica, sigue la estética del medio Oeste norteamericano. Patricia Paz utiliza la simbología de la desorientación generacional joven. A través de su obra une pasado y presente, en un estilo cowboy que nunca quedará obsoleto.

‘Western Stories’ es la segunda exposición de Patricia Paz. Esta vez goza de un espacio individualizado en Casa Sostoa, de la mano de Moments Festival. Gracias a las buenas recomendaciones, la artista no dudó en trabajar con Pedro Alarcón, que le propuso un método diferente de comisariado, uno conjunto. De esta manera, han sabido reflejar, en las diferentes salas expositivas, la inestabilidad del ambiente que viven los personajes de Patricia Paz mediante el juego de miradas entre cuadros. El recorrido es envolvente, distribuyendo las piezas en tres estancias casi enfrentadas. La muestra consta de tres bocetos, siete pinturas y seis piezas escultóricas.

‘Western Stories’ es una exposición que comienza con ‘Looking for hope’. Este primer retrato muestra a una vaquera en un desierto desolador, donde busca desesperadamente algo. En el vacío, encuentra un periódico, cuyo titular es Looking for hope (buscando la esperanza), creándole una sensación de abandono mayor. El hilo conductor de la obra comienza en sus ojos, que nos descubre el siguiente cuadro, ‘I think I should call the cowboy’. El personaje empatiza con la primera chica y “avisa”, con una bota como teléfono, de la gravedad del asunto en la que se ha visto implicado. Su semblante es turbador y conecta con uno de los cuadros principales. Es la ‘Gioconda azul’, apodada  así porque persigue a todo el que la mira, al estilo de Da Vinci. La representada es una chica real que la artista vio en México. La chica se quedó vigilando la cámara, lo que provocó una conexión con Patricia. Al ver detenidamente su cara, sintió el trasfondo que encontró en su rostro. Patricia a menudo se sintió repudiada por la ciudad, creando un sentimiento de no pertenencia, que pudo advertir en la desubicada chica. El hilo de la historia concluye con la representación de unas botas rodeadas de fuegos en un desierto. Estas son la señal que la primera vaquera esperaba encontrar. El cuadro muestra símbolos del renacer, como el sol, que sale cada día, o la amapola, que florece en ese lugar hostil. Con el uso de tales metáforas da a entender que siempre se puede comenzar de nuevo. Muy posiblemente, Paz se haya inspirado en la obra ‘Young Cowboy Gazing’, de Gala Knörr, en la que un cowboy mira fijamente al espectador con un tono cómplice.

Una obra destacable es ‘Smile we are in LA’. Reflexiona profundamente sobre las nuevas generaciones, que nos movemos en un ambiente de incertidumbre. A menudo nos sentimos fuera de plano, porque creamos unas promesas que no vemos cumplir y crecemos en un mundo de información globalizada, que nos revela cómo personas de edades similares realizan grandes cosas. Mientras tanto, nosotros estamos inmersos en nuestro pequeño mundo, con sensación de estancamiento. Podemos ver un guiño sarcástico en la supuesta garantía de que en Los Ángeles, los sueños se hacen realidad. Por ello, los personajes del cuadro se animan a sonreír, ya que todo va a ir bien, ahora que están viviendo el American Dream (el sueño norteamericano). Sin embargo, también se muestran insatisfechos, por temer que no salga bien. Este trasfondo me recuerda a la exposición ‘Generación agridulce’, en la que los artistas estaban extraviados en la vida y lo mostraban, como la obra de Bel Fullana.

La obra de Patricia Paz gira en torno a la búsqueda de una solución al extravío en la que caemos en algunos puntos de nuestra vida. Mediante figuras sacadas de videos o de creaciones imaginarias, nos presenta verdaderos espejos con cierto misterio, que desciframos cuando nos sumergimos completamente en su obra y reflexionamos sobre nosotros mismos. Es fácil sentirse identificados con los personajes de ‘Western Stories’. Muchas veces nos hallamos como ellos, totalmente desubicados, en ambientes que sentimos que no nos pertenecen. Todos formamos parte de esta incógnita, haciéndonos partícipes de una duda colectiva: ¿qué estamos buscando realmente? Como la vaquera de ‘Looking for hope’, todos buscamos una señal que nos esperance y ayude a seguir adelante.