La potencia artística de Roerich

Elisa Dávila Arreza

La potencia artística de Roerich

Obras expuestas en la Colección del Museo Ruso / Foto: Francisco López Liñán

El Museo Ruso traslada a sus visitantes al universo creativo de este viajero, artista e intelectual en la exposición temporal ‘En busca de Shambhala’.

La cultura es el alma del mundo” decía Nikolái Roerich —protector del patrimonio de los pueblos — y, sin ser una mera aproximación por analogía, podemos decir que la pintura es el alma de esta compleja personalidad artística rusa. La muestra que se exhibe en la Colección del Museo Ruso de Málaga da buena cuenta de ello, las creaciones de sus lienzos son reflejo del misticismo de su espíritu, un misticismo que, siguiendo el recorrido que nos propone la comisaria de la exposición, Yevguenia Petrova, es la línea conductora de todas sus obras, aun siendo éstas de diferentes períodos.

El conjunto de piezas pictóricas evidencia con claridad absoluta el gusto y los pensamientos del artista: el interés por las tradiciones eslavas que lo lleva a representar un mundo más primitivo y lejano, la relación entre oriente y occidente, entre las diferentes religiones del mundo que parecen unidas por un nexo común y que, tal y como plasma en sus obras, parten del mismo origen. Así, en las primeras pinturas que se nos presentan en su itinerario artístico podemos ver como abunda la religiosidad oriental, la pagana y la ortodoxa, que se entrelazan creando hilos conexos con la filosofía hindú pacifista que tanto le fascinaba. En virtud de ello dota a los cuadros de un contenido casi sacralizado que consigue reflejar por medio de las diferentes tonalidades y los juegos de luces.

Cada gama de colores crea un poderoso estado de ánimo” explicaba Roerich; esto es, precisamente, lo que logran sus pinturas que, más allá de la representación de la belleza de la naturaleza o del ser humano, consiguen transmitir las sensaciones que el artista experimentó al vislumbrar los paisajes y tradiciones que nos presenta. En los diferentes motivos pictóricos puede verse el uso de un diverso abanico de azules, morados y dorados, así como pigmentos más cálidos, según la vertiente temática en la que el autor se centre. Todo ello se combina con unas formas suaves, gráciles y orgánicas, representadas con calma y sosiego por este maestro del simbolismo ruso, que evocan a un sentimiento de sublimidad, creando una atmósfera onírica donde la inmensidad envuelve a los espectadores.

A medida que avanzamos, podemos ser conscientes de la visión universalista que Roerich tenía y de ahí, quizás, su embelesamiento con la leyenda de Shambhala; una civilización no terrenal que vela por lo que ocurre en la Tierra. Con todo, este pensamiento dirigido hacia el cosmos y lo suprasensible ya podía verse evidenciado en sus primeras pinturas, influido, probablemente, por el ‘cosmismo ruso’ de Fiódorov que tan bien conocía el artista.

A través de esta búsqueda de cómo lo eterno se constata en lo tangible, el paisaje tiene una importancia fundamental en el conjunto de sus obras. Para el autor, las montañas, a las que la exposición dedica gran parte de su ciclo pictórico, son la frontera entre el cosmos y el hombre; son un acercamiento directo a los lugares legendarios que tanto ansiaba encontrar, donde el universo se conecta. Ello lo formula a través de las pinceladas de color que consagran el espacio representado como un lugar de vínculo con lo espiritual.

De esta forma, se va dirigiendo al espectador hacia la última estancia de la exhibición, donde pueden apreciarse diferentes visiones del Himalaya, emplazamiento al cual pintor y su familia marcharon a vivir, como si de una constatación se tratara de que, aquel, era el Shambhala personal de Roerich.

La exposición: ‘Nikolái Roerich. En busca del Shambhala’. Unas 70 obras pertenecientes a las diferentes épocas del autor.

Comisaria: Yevguenia Petrova.

Lugar: Colección del Museo Ruso San Petersburgo / Málaga. Avenida Sor Teresa Prat, nº15, Málaga.

Fecha: Hasta el 1 de marzo de 2020.

Horario: Martes a domingo, de 9.30 a 20.00 horas.