Picasso y la Suite de los saltimbanquis (1904-1906). Deslizamiento vital e iconográfico

La afamada serie de grabados Suite de los saltimbanquis volvió a relucir en las salas expositivas de la ciudad de Málaga. La Colección Museo Ruso prestó su espacio para la disposición de una serie de especial consideración para la historiografía y literatura picassiana, fundamental para entender el comienzo de siglo en el artista.

Todo aquel que se acerca a la literatura picassiana, puede intuir que Ambroise Vollard se convirtió en una figura esencial para el desarrollo y avance de las vanguardias en París a comienzos del XX. La realidad es que el encargo de la Suite Vollard de 1930, no fue el único acierto del galerista ligado a Picasso. En 1913, Vollard se hizo con una serie de planchas que Picasso trabajó entre los años 1904 y 1906. Las restauró y después de dos tiradas, consiguió comenzar a inferir a la serie la percepción de conjunto que hoy día tiene La Suite de los saltimbanquis en Picasso.

Desde su establecimiento definitivo en Paris en busca de nuevos retos según Sabartés en 1904, hasta el viaje que supuso un cambio de paradigma en el arte moderno a Gòsol en 1906, Picasso redescubre y consigue trascender finalmente en un artista profesional y de especial valía en la capital del arte. “La Bande a Picasso” como reflejo del círculo amistoso y artístico que en esos años desarrolló, así como la inolvidable figura de Fernande Olivier, su primera pareja formal, son factores biográficos que irrevocablemente inciden en la obra picassiana coetánea.

El histórico Bateau Lavoir, lugar en el que Picasso se instaló en 1904 en Montmartre, fue testigo de la creación de esta serie de grabados. Pero con respecto a ella, se deben de tener en cuenta una serie de consideraciones que son las que realmente infieren la importancia real a la nómina. La primera de ellas es que, indudablemente, supone el comienzo de Picasso como grabador. Considerado como uno de los mejores grabadores de la historia del arte, estos quince grabados reflejan el comienzo profesional del artista en su faceta gráfica. Por otro lado, la cuestión que atañe a la propiedad de las estampas. En 2005 la Fundación Málaga adquirió la serie, y de manera indefinida la cedió a lo que entonces era la Fundación Picasso Casa Natal, actual Agencia pública para la Gestión de la Casa Natal Picasso y otros equipamientos museísticos. Frente a las grandes instituciones internacionales, organismos públicos malagueños defienden su categoría y valía museística y cultural con exposiciones y series como esta.

El tercer factor que reluce con el acercamiento a la Suite de los saltimbanquis es el que aflora al ahondar en el análisis iconográfico y estético de los grabados que se exponen. La detenida observación grabado a grabado expide una idea intuitiva. Picasso no concibió esta serie de grabados como un conjunto compacto que con el paso de los años publicaría. La verdadera razón de ser de la Suite de los saltimbanquis corresponde a un reflejo de los distintos deslizamientos iconográficos que la obra de Picasso sufrió a lo largo de los tres años señalados. Esta teoría se sustenta en la clarísima diversidad de registros que en la serie se pueden atisbar. El Picasso azul más evidente con El almuerzo frugal y Los pobres, la entrada y confirmación del Picasso rosa, la temática circense e iconografía del saltimbanqui y por supuesto, la personalidad y madurez natural del año 1906 con El abrevadero. En los quince grabados que se exhibieron en las salas del Museo Ruso, no existe un hilo conductor narrativo ni iconográfico, solo coinciden en que cada uno de ellos corresponde al momento iconográfico o estilístico de Picasso, y esa efervescencia estética, cambiante y volátil es una constante en su vida y obra.

En definitiva, la Suite de los saltimbanquis, el comienzo de Picasso como grabador y reflejo de los vaivenes iconográficos de los primeros años del artista en París, ha recobrado su jerarquía y consideración de conjunto después de esta exposición en la Colección Museo Ruso Málaga.