El casticismo enlutado

El Palacio Episcopal de Málaga se llena de luz para recibir una “oscura” exposición que otorga una visión artística general sobre la “España negra”, siendo Solana y Romero de Torres sus cronistas principales.

Como si de una pesadilla goyesca se tratase o sacadas inevitablemente del documental «Las hurdes. Tierra sin pan» de Luis Buñuel, esta magistral exposición nos presenta, desde la óptica artística, los atroces arrabales de un país desmembrado. Esa  ̔España nuestra̕ a la que tanto admiramos, continúa marcada por el atraso en la llegada de los nuevos tiempos, el recogimiento en un mundo religioso o las sucesivas asonadas de los tiempos pasados.

Así, religiosos, procesiones, flagelantes, payasos, toreros, viudas, gitanas, folclóricas, aldeanos… todos los protagonistas del más oscuro imaginario español, protagonizan el centenar de producciones artísticas que se dan la mano en esta “historia del arte español en negro”.

Es bien sabido que el color por excelencia de los Austrias fue el negro, que marcó la moda española durante nuestra llamada edad de oro… si acaso de oro y tizón. De este negro surge una idea que se transmite a lo largo de la historia del arte de nuestro país: una historia del arte negra que se aprecia en los artistas barrocos hasta llegar a Goya, y que se transmite sin solución de continuidad hasta el pintor cordobés Julio Romero de Torres y el madrileño José Guitierrez Solana. Estos dos son los grandes intérpretes de dos realidades españolas: una más castellana y otra más andaluza, muy diferentes entre sí, pero con un nexo de unión compartido en el color negro.

Es precisamente la “moralidad negra” española del siglo XIX la que se convierte en el elemento articulador de nuestra historia del arte nacional, permitiendo la reinterpretación de tal fascinante, y a la vez satírico, periodo histórico de nuestro país. El tradicionalismo queda sobrepasado por una historia del arte española apadrinada por el pintor cordobés y el madrileño, cuyas obras, a priori distantes, establecen miradas análogas que dan juego para recorrer tres siglos marcados por el luto: desde el XVI con Ribera o Murillo, hasta el XIX con Zuloaga o Sorolla, pasando por el XVII y XVIII con Goya o Regoyos.

El “San Francisco de Paula” de Murillo queda en diálogo con “El ermitaño” de Solana, así como las gitanas andaluzas de Romero de Torres con “Los caprichos” de Goya. Esto nos conduce a contemplar los matices intercambiados entre el pintor madrileño, más expresionista y violento, y el pintor cordobés, más simbolista y refinado, haciéndose visibles las distancias y el contraste inédito entre ellos, pese a los vínculos establecidos.

Esta España detestada por la generación del 98, marcada por la fiesta, la religiosidad y la muerte, nos hace partícipes de todo el universo creativo atroz de Solana, que queda suavizado por la feminidad y exquisitez de Romero de Torres.

A lo largo de las ocho secciones de la exposición, ya sea en pintura o dibujos, fotografías o grabados, el desalentador universo oscuro negro español queda explícito en todas las producciones de una forma programática, caprichosa y desastrosa, como en los propios grabados de Goya o en la obra de Baroja, que también se hacen presentes en ella.

La exposición, en su mayoría carente de cromatismo, arroja un haz de luz al virtuosismo de los artistas españoles, despellejando la gruesa piel de toro decimonónica para mostrarnos una oscura realidad donde la verdadera irradiación de belleza residía en la vida de los bajos fondos sociales. Solo queda cuestionarnos, tal y como Quevedo hizo en uno de sus sonetos, si España ha cambiado mucho desde entonces.

Exposición: “Solana y Romero de Torres. Una historia del arte español en negro”.

Comisario: Nacho Ruíz.

Lugar: Centro Cultural Fundación Unicaja del Palacio Episcopal de Málaga.

Fecha: Del 20 de diciembre de 2021 al 19 de marzo de 2022.

Horario: De lunes a viernes de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 horas. Sábados de 10:00 a 14:00 horas.