De ley, mineralogía concienciadora

Desde 1994 Genalguacil apuesta por el arte contemporáneo como motor para revitalizar un pueblo víctima de la despoblación, como ocurre con todo el Valle del Genal. Esta vocación de revitalización y puesta en valor del municipio se palpa en cada proyecto realizado en él, De ley no iba a ser menos.

De ley es una exposición que busca despertar conciencias. En este caso la conciencia sobre el pasado minero de Genalguacil es parte de lo reivindicado para que no caiga en el olvido, pues algo de vital importancia para que un pueblo no muera es recordar su historia. La clave de lo realizado en Genalguacil es recordar el pasado a través de un lenguaje contemporáneo, ahí reside la genialidad de este proyecto pensado para el disfrute del espectador.

Como es costumbre en el Pueblo Museo, esta exposición sirve para que se sientan identificados los vecinos del pueblo. O expresado de otra manera, para que se reconozcan en la obra y redescubrir su propio pueblo. Hay un clarísimo tinte poético y melancólico en la evocación de un paisaje que se resiste a desaparecer, ese medio rural en vías de despoblación del que Genalguacil es paradigma de revitalización labrándose un nombre dentro del arte contemporáneo.

Los autores, Rosell Meseguer y Pablo Capitán del Río, tienen una reputada trayectoria que da lugar a exposiciones tan sugerentes como la que nos ocupa. Rosell Meseguer, por un lado, posee gran bagaje en la realización de muestras en relación a temas mineralógicos y su impacto social, algo que se buscaba en De ley. Pablo Capitán del Río, por otro lado, tiene un recorrido muy interesante también en la implementación de materiales mineralógicos en el ámbito artístico.

Esta exposición pretende crear una magia entorno a Genalguacil y los minerales, uniendo los espacios museístico y urbano. La exposición sale a la calle con la actuación urbana de Pablo Capitán del Río, con una clara reminiscencia a lo doméstico y lo que nos rodea, jugando también con el paisaje que envuelve Genalguacil. Es una exposición con raíces, evocadas para defender el pueblo y su legado.

Ese juego paisajístico que une el museo con la calle es también ese lazo de unión entre la obra y el propio pueblo. De esa manera quedan fundidos en uno solo, allí donde se dan cita los vecinos, los visitantes y cualquier transeúnte. Por supuesto también es un encuentro intergeneracional, pues ese es otro de los grandes logros del Pueblo Museo, el interés por el arte en todas las edades.

Desde que se ven las obras en exposición se recibe una gran atracción visual. El visitante captará la gran cantidad de vivos colores que se van sucediendo por los distintos espacios mientras que otros, pese a tener tonos más apagados, mantienen el atractivo por muchos motivos entre los que se encuentran sus formas dinámicas. Pablo Capitán del Río demuestra mucha maestría técnica en cuanto a las sugerentes formas creadas a partir de materiales como acero, latón, resina de poliéster o polvo de magnetita.

Se utilizan distintos soportes, desde fotografías hasta libros de contabilidad del propio ayuntamiento intervenidos pictóricamente con minerales de la zona, pasando por numerosísimas evocaciones paisajísticas plasmadas por Rosell Meseguer, incluyendo el proceso mediante el cual los minerales se acaban convirtiendo en pigmentos. Una interesantísima analogía entre el arte y la naturaleza, una conexión directa con el paisaje y el origen.

El Valle del Genal se abre imponente ante Genalguacil, a la vez que frágil. Esa delicadeza unida a un territorio tan peculiar y único, como el que nos ocupa, puede robustecerse con iniciativas como los Encuentros de Arte o Arte Vivo y, por supuesto, con exposiciones como De ley.

La exposición: “De ley”.

Comisario: Juan Francisco Rueda.

Lugar: Museo de Arte Contemporáneo Fernando Centeno López.

Fecha: Hasta marzo de 2022.

Horario: De miércoles a domingos, de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00. Festivos y eventos abierto ininterrumpido. Lunes y martes, cerrado (excepto si es festivo).