Aquellos maravillosos años setenta

Alberto Arias Rosa

Obras expuestas en el CAC Málaga. / Foto: Alberto Arias Rosa

Una exposición conceptual acerca del humor, el ayer, el hoy, la relatividad, y la cultura popular, con mucha ambición, atractivo y dulzura, que muestra un afectuoso saludo al recuerdo colectivo en forma de obra de arte.

‘Drácula x Drácula’ es una exposición que cuenta con la participación de más de treinta artistas diferentes, cada uno aportando su punto de vista y su visión del concepto de Drácula. Y es así debido al juego que se produce en el choque de los dos mundos que la palabra Drácula engloba en el contexto de la exposición y es que, al contrario de lo que nos puede parecer en primera instancia, no estamos frente a una exposición sobre el personaje inventado por Bram Stoker (o al menos, no en total) si no sobre el helado español que la famosa marca Frigo inventó de la mano de su equipo de diseño allá sobre el año 1977. Está claro que se trata de una exposición juguetona que quiere engañar y divertir al espectador realizando un primer juego de conceptos entre el famoso conde y el helado más conocido de la cultura popular española. Esta intención se ve reforzada por las mismas obras y no solo por ellas, también por la relación que sorprendentemente llegan a tener entre sí, tratándose de obras independientes de artistas diferentes, y lo más importante, por el espíritu que desprenden. Se trata de obras de un esteticismo muy marcado, naíf, que no buscan más que la provocación, por la vía de lo bello, lo atractivo, que apelan al sentimiento colectivo y a la nostalgia, utilizando dos elementos muy importantes en la cultura popular, uno a gran escala y otro en un contexto más ibérico.

En cuanto a lo conceptual, la exposición tiene una solidez bastante interesante y fuerte, pero en lo material distan unas de otras en gran medida, y no es algo extraño ni que desentone con la tónica general debido a las formas de trabajar tan diferentes que pueden llegar a tener los artistas. No es un problema que arruine la experiencia, pero ya que la exposición hace ese primer engaño hacia el espectador este puede llegar a esperar mayor uniformidad en general. Se nota muy fácilmente cuando un grupo de obras son del mismo creador y, a veces, puede parecer que hay uno que es el protagonista y por el cual se decidió realizar la exposición y que los demás la llenaron añadiendo sus visiones del concepto.

Un tema que me parece importante y a destacar es como la nostalgia es el pegamento de unión total entre todas las obras de la exposición, que juntas da una sensación fresca, divertida y desenfadada, objetivo total de las fotografías y las inspiraciones de los espectadores. En cierto momento es posible que la broma recurrente sobre el helado anteriormente nombrado opaque a la figura del conde, quitándole incluso el sentido a la exposición misma, cuyo principal objetivo era la divertida comparación entre dos elementos tan distintos, un dulce y un elemento sobrenatural y aterrador, ya que en ocasiones parece que se le da mayor importancia al primero. Es así, debido a la intención general de la exposición que es la de ser una constante muestra de amor hacia la cultura popular, lo cual no está mal, pero la hace parecer a veces muy evidente y en otras ocasiones no deja al espectador realizar sus propias conclusiones acerca de la misma. Se sabe la intención de la exposición cuando llevas media hora viéndola, y es la misma intención que si la observas durante una hora más. Tiene, en definitiva, una intención de agradar mediante su estética, de entretener a sus visitantes con un toque de misterio en ocasiones, pero en definitiva plana y sin mucho que contar más de lo que cuenta en primer lugar.

La exposición: “Drácula x Drácula”.

Comisario: Iván de la Torre Amerighi y Juan Ramón Rodríguez-Mateo.

Lugar: CAC de Málaga.

Fecha: Del 31 de octubre de 2019 al 02 de febrero de 2020.

Horario: Martes a domingo, de 9 a 21 30 horas.