A veces el alba se tarda

Ana Gerena Bonilla

A veces el alba se tarda

“Asperones. La dignidad perdida” en Espacio Cero / Foto: Ana Gerena

El Espacio Cero del Contenedor Cultural de la UMA apuesta en esta ocasión por el proyecto del fotógrafo Paco Negre, Asperones. La dignidad perdida, una exposición compuesta por medio centenar de fotografías sobre el asentamiento homónimo ubicado a escasos kilómetros del centro de la capital malagueña.

15 minutos es la distancia que hay entre el casco antiguo de Málaga y los Asperones, 15 minutos es lo que tarda una persona en perder su condición de ciudadano, y solo ha hecho falta medio centenar de fotografías para que el artista Paco Negre nos saque las vergüenzas a todos y todas. Lo que hace el autor es poner nombre y apellidos a un aislamiento social e institucional, revolviéndose en contra de la situación de absoluta exclusión y abandono que se vive en ese lugar, con una intencionalidad muy clara, remover nuestras conciencias y hacernos reflexionar.

Dividida en dos etapas, en primer término, la exposición nos da la bienvenida a un conjunto de fotografías de ambiente, donde se recoge la cotidianeidad de las familias, dejando patente la marginalidad que les rodea. En una segunda sala, una serie de retratos más íntimos de los vecinos, interpelan al espectador, esta vez no hay exclusión, solo dignidad. La dignidad de una etnia construida a fuerza de estigmas sociales, sometida a la exclusión del resto de la sociedad, alumbrada bajo la supremacía entre clases.

Paco Negre tiene la capacidad de contarnos mucho sin la necesidad de decir nada, historias de unas vidas a través del lenguaje per se de la fotografía, con valentía y coraje construye su relato a través de la captación del alma de estas personas.

es eterno, eso debieron pensar los vecinos de los Asperones cuando en 1987 los desterraron a esta ubicación provisional. Es un diario gráfico del aislamiento y la dignidad humana, es una fortaleza de alambres, convertida en gueto, es el olor a café con achicoria y el compás de una guitarra al que le sigue el canto de una cigarra. Es la deconstrucción de un sentir comunitario y la construcción de una identidad propia.

El autor a través de sus instantáneas, busca no solo denunciar la precariedad que viven sus residentes, sino también, la capacidad que tiene este grupo social de mantener intacta su dignidad, a pesar de tener el cuerpo cargado de agujetas por las embestidas estigmáticas. La manifestación y la captación de este universo calé, nos debería sacar los colores más sonoros, hemos mirado hacia otro lado, hemos observado desde nuestra posición acomodada la desolación y la exclusión, y hemos permanecidos estáticos.

Como si el cielo cargado de estrellas solo nos cubriera a nosotros, nos hemos dejado embriagar por un mundo que parece que solo nos alcanza a unos pocos. Y ellos, con una cruz al hombro cargada de adjetivos negativos, miran a cámara con una sonrisa, con la cabeza alta, sin filtros para que entendamos que el parné podrá comprar el mundo entero, pero no el signo, ni el gesto.

El asentamiento de los Asperones, es un castillo de arena lleno de sentimientos, es un grito a la luna para que no los deje, porque dicen que a veces el alba se tarda, y ellos vivirán mientras que sus almas suenen con el sueño de la libertad.

Y así, como el Amargo de Lorca, estos vecinos fueron cortando las adelfas de sus patios, sin querer morir soñando con una ayuda que treinta años se va retrasando, alimentando un deseo comunitario, salir de ese barrio.

La exposición: “Asperones. La dignidad perdida”

Comisaria: María Jesús Bernet

Lugar: Espacio Cero. Contenedor Cultural UMA

Fecha: Del 20 de mayo al 25 de junio de 2021

Horario: De lunes a viernes de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00.